Balada triste (y tan triste) de trompeta

Hemos estado en Madrid en el estreno accesible de Balada Triste de Trompeta. El proyecto ACCEplay sigue su curso, y esperamos que en unos meses unos cuantos cines de España puedan proyectar cine accesible. Mientras tanto, seguimos haciendo tests en cada oportunidad…

Me gusta Alex de la Iglesia, cómo integra elementos reales y les da forma abstracta en sus películas. Inolvidables las torres Europa de Madrid en El día de la Bestia, ahora replicadas en la cruz del valle de los caidos. Me gustan las personas que son fieles a sí mismas a pesar de que eso no les consiga el reconocimiento. El atrevimiento de liderar movimientos en momentos difíciles.

Pues me desilusionó Balada. Negra, muy negra (parece que estamos en momento de películas negras – otro día hablo de Biutiful). Una gran película desde el punto de vista cinematográfico. Pero yo últimamente busco otras cosas que me lleguen al corazón, y Balada me dejó más bien desacorazonado.  🙂

Como de todas formas mi intención en este blog es recoger lo que a mí me aportan o provocan las cosas, me quedo con el hecho de cómo los hechos y emociones intensas (el deseo de venganza, en este caso) son capaces de marcar tan profundamente la vida de una persona. En qué medida nuestra estirpe y todo lo que heredamos a nivel inconsciente de nuestros padres nos hacen tener la vida que tenemos.

Y lo importante que es conectar con quien de verdad somos, ese ser que está en nuestro centro, para ir tomando decisiones que nos acerquen a lo auténtico que somos y nos alejen de lo aprendido de las caretas que llevamos.

El payaso triste que llevo dentro salió triste de la película. Yo no estoy dispuesto a que la mujer que enamore mi vida me maltrate hasta la locura. Pero cada uno llega hasta donde él decide llegar. Y quizás la locura es la única meta para una vida dirigida por la venganza…

Quizás vuelva a verla, buscando ahora otras cosas. Me gustan las películas que se dejan ver dos veces y admiten varias lecturas. Esta es de esas.

Esta entrada fue publicada en Cine. Guarda el enlace permanente.

0 respuestas a Balada triste (y tan triste) de trompeta

  1. kokoliso dijo:

    Brillante comentario, pardiez. Mmmm…yo creo que Alex no ha levantado cabeza desde que se inmoló en el establisment de lo políticamente correcto, y no lo olvidemos, nada hay más correcto en estos tiempos que la academia de cine (¿o Academia de Cine?….los últimos cambios habidos en el DRAE y la gramática española me hacen sentirme analfabeto). Por mucho que le quiera dar un tono grotesco u outsider a sus obras, Alex es un paniaguado, tanto como el Teddy Bautista y sus huestes de la SGAE, si bien éstos representan la cara antipática.
    Y tras este exordio, y aunque se me acuse de corto de miras, de zascandil y flamígero, diré que nunca veo pelis españolas, precisamente por eso, porque la industria del cine en España está vendida al poder. Detesto especialmente a Almodóvar y sus mariachis, pero es una cuestión de principios el no apoyar al cine español (ya está bastante apoyado con las subvenciones que recibe, de mis impuestos oiga, tan bien gestionados por la inefable Sinde).
    En fin, ya sé que este blog no está hecho para despotricar del mundo, pero para mí el verdadero cine de calidad en España fue el de Ozores, Pajares y Esteso (jeje…aún sonrío cuando rememoro sus andanzas en títulos como «Al este del oeste», «Yo hice a Roque III», «Cuando Almanazor perdió el tambor», et ab.
    Dicho lo cual, de la Iglesias, Almodóvares, Bardemes y demás….¡¡¡no hijos, no¡¡¡¡.
    Véase: http://www.youtube.com/watch?v=H1a8Bxdv8xU

    • Andoni dijo:

      Gracias por tus comentarios, Kokoliso. No comparto del todo que Alex se haya «inmolado» en lo políticamente correcto. Yo creo que todos los que intentamos ser nosotros mismos a pesar de lo establecido tenemos que encontrar el difícil equilibrio entre arriesgar y ser iconoclastas, y a la vez mantener ciertas formas y pagar ciertos precios.
      De hecho, yo creo que en «Balada» Alex arriesga bastante porque la correlación entre lo apostado por la película y la probabilidad de que sea un desastre de taquilla es importante. Vamos, que por mucho que los críticos la idolatren, yo no creo que guste mucho. Y eso siempre me habla bien de un director, que no haga películas «para» triunfar en taquilla.
      En cualquier caso, a mí me gusta ver pelis españolas, sin abusar, y creo que aunque el nivel general es mediocre, hay excepciones que merecen mucho la pena. Vi mucho a Pajares y a Esteso en esa época pero… me quedo con Amenábar. No con todas. Y Bardem no me gustaba pero me ha acabado conquistando. A pesar de Biutiful.
      Anyway… ¡Qué tiempos, los de Antonio Ozores! 🙂

Deja una respuesta