El mérito de estar en el ser

Y viene la tormenta.

Y estaba anclado en esta bahía
y pensaba que, esta vez,
el ancla era firme y resistente.
Creía que la singladura sería en calma.

Y la realidad vino a enseñarme
que aún tengo ventiscas que pasar
y temporales a los que sobrevivir,
que aún tengo dolores que aceptar
y heridas antiguas, y nuevas, que sentir.

Y viene la tormenta.
Y, Dios, cómo duele.
Cómo se arremolina mi pesar
y nubla el horizonte de mi misión,
cómo se encoge mi coraje
y se hace pequeñita mi ilusión.
 

Y, en el centro de la tempestad,
hay un momento mágico de iluminación,
aquél en el que descubro
que no hay contra qué luchar.
Y me rindo.

Y en mi rendición,
respiro.
Y en mi rendición,
confío.
Y en mi rendición,
miro adentro
y encuentro,
¡de nuevo!
la luz en mi corazón.

Y lloro,
un poco de dolor,
otro poco de emoción.
Esa luz y yo somos compañeros de viaje
y tantas veces me olvido de que existe…
y aún así, sigue ahí.
Amándome siempre,
esperándome siempre.
Abierta siempre, entregada siempre.
Entusiasmada y alegre, siempre.

Respiro,
Y fuera hay truenos, relámpagos y centellas.
Dentro ahora solo hay paz.
Siempre la ha habido.

Y algo que llamo Amor,
tan diferente a ese amor
del que tanto hablamos
y en el que tan poco creemos.
Y que tan poco creamos.

Respiro,
elevo mis ojos por encima del viento,
abro mis manos al cielo,
y me entrego.
A la vida y a lo que tenga para mí.
Seguiré luchando por ser yo mismo.
Por hacer lo que he venido a hacer.
Por compartir lo que soy, sé y tengo.

Igual que ya se me confunden
el dar y el recibir,
ahora sé que se confunden
el luchar y el rendirme.
Me rindo luchando.
Lucho rindiéndome.

Y creo que el coraje sin humildad
tiene mucho de valentía hipócrita
y de ego enaltecido.

Antes pensaba y valoraba mucho en las personas el (supuesto) mérito de la inteligencia, del altruismo, de la entereza, de la constancia, la bondad, la coherencia…

Ahora, admiro y reconozco mucho más allá
el mérito de estar en el ser,
y de aceptar la historia que a uno le ha tocado.
De querer por completo lo que uno es y ha sido.

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4 respuestas a El mérito de estar en el ser

  1. Luz dijo:

    Realmente magistral… me encanta… efectivamente a volar… con las alas del corazón!

    Con amor…Luz

    • Andoni dijo:

      Gracias Luz, Enrique! Es hermoso cómo ilumináis desde lo que sois cada uno y también desde lo que sois como pareja. Hay tanto por vivir y compartir, y es tanto más hermoso hacerlo desde el ser, sin las protecciones, sin los disfraces. Con las limitaciones y los condicionamientos de cada uno.
      Mil besos, hermosos!

      PS
      Enrique, gracias por «entusiasmar» en vez de «ilusionar» 🙂 🙂 🙂

  2. Enrique dijo:

    Genial Andoni!
    Me ha gustado mucho esta entrada.
    Por cierto, esta mañana estábamos Luz y yo haciendo la carta del Tarot y nos salió una que me hizo pensar en ti:
    http://lasrevelacionesdeltarot.blogspot.com.es/2011/07/tarot-osho-zen-vi-las-cargas-palo-de.html

  3. Pingback: Responsabilidad 6 | eguíluz.net

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