Marcan la diferencia en lo futbolístico, pero muy por encima de eso son superlativos en lo personal.
No he visto un grupo tan coral, ni conocía un mejor ejemplo de la palabra «equipo». La RAE debería incluirlo en su definición.
Son jóvenes, superdotados, ricos y viven elogiados por doquier. Es imposible que no se les suba de vez en cuando a la cabeza. Pero a pesar de eso, no había visto héroes tan humildes. Y en mi particular manera de ver el mundo, ese mérito lo pongo por delante de todos los demás. Y mira que hay muchos.
Tanto que aprender de un grupo tan excelso de personas. Con criterio. Con coraje. Con respeto.
Con valores. Que deben ser el inicio desde el que reconstruir.