Y un 16 de agosto, hace 14 años…
…llegó Ander.
Todo lo que eres,
ya lo sabías.
Todo lo que sabes,
lo buscaste.
Haces tanto por saber
y tanto por entender,
que aunque muchos misterios
ya encontraste,
los que quedan por resolver…
ya llegarán.
Y el misterio para mí
es cómo cabe en ti
tanta luz, tanta dulzura,
tanta fe y serenidad,
tanta alegría tranquila,
tanta razón oportuna,
tanta calma y tanta dicha,
sabiduría tan temprana,
tanta juventud fresca
y tanta hermosura…
Y el misterio para mí
es cómo cabe en tu cuerpo
un alma tan brillante
y un corazón tan grande.
No hay más orgullo de un padre
ver a su hijo pequeño
cómo se hace tan, tan grande.
Felicidades por ser.
Por tu autenticidad.
Qué hermosa (y rara) virtud.
Gracias, Ander.