El otro día Josuan me escribía (traduzco de «adolescenteveintiunero» a castellano) 🙂
«Y los que en un dia nos dijeron que teníamos que volar,
nos quieren cerrar la ventana…»
Y hace unos días Ander en twitter (esta sin traducción) 🙂
«No pienso quedarme quieto
mientras todo pasa por delante de mis ojos»
Y yo… a colación de esto, y de uno de los conocidos vídeos de sir Ken Robinson
y de los alarmantes datos de (des)empleo juvenil en España…
Me pregunto qué hemos hecho tan mal para poner en peligro el empleo, la autonomía y la responsabilidad de una generación tan brillante y con tanto valor dentro. Es fácil desde los cuarenta decir que los jóvenes están anestesiados… pero no olvidemos que los adultos les hemos facilitado ser así.
Y me pregunto si no resultará que van a ser ellos los que nos enseñen que el camino hacia la nueva sociedad va a ser otro que desde los valores y comportamientos antiguos ni imaginamos.
Pero para pensar esto, hago como que «hombres, mujeres y viceversa» (ajjj) o «quién quiere casarse con mi hijo» (requeteajjj) sólo existen en mi imaginación. Los jovenzuelos que imagino que van a esos programas no pueden ser ciertos.
Vale todo, vale nada. Mundo de contrastes este, oiga…
Y ¿quién entiende a los jóvenes? se reafirma como una pregunta con sentido atemporal.
[Y a veces,
desde mi supuesta madurez
y ¿hacia mi anhelada sabiduría?,
de nuevo, sólo sé que no sé nada…]
Ahm. Y se me olvidaba esta impagable referencia. Un pelín largo pero… significativo:
http://www.huffingtonpost.es/carlos-m-duarte/ayer-emigro-mi-hija_b_1934872.html