Vídeos eróticos y la crisis en Afganistán

Y os preguntaréis ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?

Hoy nos hemos pasado todo el día en la Uni oyendo y viendo pasar a los medios a cuenta de esta historia (en gran parte falsa) de las fotos y videos eróticos de estudiantes de Deusto…

Es curioso cómo el usar el nombre de «alumnas de la Universidad de Deusto» asociado a lo erótico y a lo «robado» maximiza el impacto viral y mediático. Curiosa nuestra sociedad del conocimiento, que más podría llamarse del caos de información. Todo un análisis sociológico/psicológico el que se podría hacer de cuándo estas cosas tienen el crecimiento exponencial que ha tenido esta…

Desde ayer tenemos en Bilbao un cine accesible (Golem, en la Alhóndiga) para personas con discapacidad en Bilbao, gracias a tecnología en la que hemos participado. La difusión viral y el eco ha sido… comparable, jajaja. Tampoco es nuestra intención viralizarlo. Pero es un ejemplo, triste para mí, del tiempo que ocupan en nuestros periódicos y en nuestras redes sociales noticias positivas y con valores, en relación a… lo habitual: crisis/dinero y morbo.

El día que cambiemos el tipo de cosas en las que invertimos atención, empezaremos a transformar el mundo.

Y en estas estaba, cuando he ido a pedir un kebab (no suelo, soy más de hamburguesas) y el camarero me ha dado diez minutos muy entretenidos, contándome la historia de su familia (mujer, hijos, y un largo etcétera) en Afganistán. No sólo sin luz con la que difundir del mismo modo historias de fotos de jovenzuelos en pelotas. Sino con dos o tres muertos cada semana con los que conviven como si tal cosa. Textualmente «se maravilla» de que aquí podamos convivir europeos, chinos, africanos… sin ningún problema, sin matarnos por la calle.

Y recuerdo lo bueno que es abrir la mirada, quitarnos las orejeras, y relativizar lo que vivimos. Tenemos una crisis de pijos en una sociedad de pijos, que piensan que el dinero lo es todo y que se suicidan o asesinan por una hipoteca o unos cuernos.

Y no le quito importancia. Pero no deberíamos perder de vista que seguimos siendo unos privilegiados con respecto a la mayoría de esos 7.000 millones de personas que vivimos en el mundo. Asumir eso y agradecerlo y valorarlo cada día es parte de nuestra responsabilidad. A pesar de la «crisis». La crisis del exceso.

¿Sabremos aprovecharla para recuperar los valores más esenciales? Los que nos hacen humanos, no los que nos hacen consumidores endeudados…

PS
Por cierto, por si queréis ver lo del cine accesible en Bilbao 🙂

PS2
Y dicho todo esto, el delito es un delito, sea digital o no. Y debe ser perseguido y castigado como tal, y para eso hemos inventado y elaborado el sistema legal. Me parece inaceptable y deplorable criminalizar a las víctimas, como hemos leído tanto hoy en las redes. Como pasó en el caso de la famosa concejala y como, por desgracia seguirá pasando ¿y por qué, en la Europa del XXI, todavía con ese repugnante sesgo de género?

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