Propinando

Me lleva un tiempo pasando que cuando dejo propina en algún sitio, me miran con la misma sorpresa que si les quisiera «propinar» otra cosa… 🙂
Aprendí con una de mis maestras a entender la propina como un acto de generosidad extendida: estoy abierto a compartir dando, de la misma forma que estoy abierto a compartir recibiendo.

Así que, salvo cuando realmente no me merece la pena o es lamentable el taxi, el café, o la comida que acabo de recibir, me gusta y apetece dejar propina. No como un acto costumbrista ni estructurado en un porcentaje anglosajón «oficial».

Y detecto preocupado que llevo unos meses encontrándome en esas propinas caras de sorpresa, incomprensión, negación o incredulidad. Lo más habitual es que me digan «te has equivocado». Digo yo que será que, a cuenta de la crisis, ya casi nadie deja propina…

Y lejos de arrogarme ningún mérito, estoy más cerca de asociar esta circunstancia a la magnífica alocución de Javier Bardem ayer en los Goyas (mi admiración general a la inteligencia del gremio de actores y actrices, cada vez estoy más convencido que tiene que ver con el desarrollo de la empatía de alguien cuya profesión le ayuda a ponerse en la piel de los demás). Cuando todo el mundo hablaba de «nuestros» recortes, él habló del Sáhara y puso imagen mental a la comparación entre perder de lo mucho y no tener nada.

Y sin dejar de poner acento en nuestra responsabilidad de denunciar el abuso y el delito de los que colaboran significativamente a nuestra situación social, sigo pensando que en la pequeña escala de cada uno en nuestro entorno personal, practicar alegremente el humilde acto de compartir, lo poco o lo mucho, es uno de los caminos más importantes que tenemos para regenerar nuestra Sociedad y evolucionar a una mejor.

Quizá más pobre en términos económicos absolutos. Pero seguramente, hemos confundido el significado de la palabra «bienestar«. Según la RAE, el «conjunto de las cosas necesarias para vivir bien». Y es que muchas cosas que nos han enseñado que son necesarias, no lo son.

Y compartir, amigos, amigas…

Compartir sí lo es.

Esta entrada fue publicada en Personal (Andoni), Responsabilidad. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta