Hoy comparto esta foto de familia de la entrega de nuestro premio Ada Byron, que no es nuestro, es de la vida 🙂
De una forma para mí similar a un hijo, los proyectos que vamos pergeñando y entregando al mundo hablan de nuestra verdad y marcan la huella de nuestra existencia. Hace ocho años esbozábamos en un papel lo bonito y lo necesario que sería reconocer y visibilizar a las mujeres tecnólogas. Hoy, ya por cuarta vez, entregamos el premio Ada Byron a una mujer maravillosa, que explícitamente ha expresado recogerlo con humildad en nombre de las 96 candidatas que han participado en esta edición.
Así que, en la tranquilidad de mi casa tras un día muy intenso y emocionante, os agradezco a vosotras, las 96, vuestro ejemplo y dedicación del día a día. A las que sabéis que estáis muy cerca de conseguirlo, a las que os da vergüenza participar, a las que os sentís ya merecedoras, a las que creéis que lo seréis en unos años, a las que os han embarcado en esto otros, a las que habéis acudido sin dudar. A las que sabéis que vuestro trabajo, en cada paso, permite dignificar y brillar nuestras profesiones, os honra a vosotras, y a todas y todos los que creemos que la tecnología y la ciencia permiten construir un mejor presente, permiten proponer un mejor futuro, permiten entender y aprender mejor de nuestro pasado.
Las 96 habríais sido hoy dignas merecedoras de este premio. Una de vosotras lo ha recogido y nos ha ilustrado desde sus palabras y desde su ejemplo vital, nos ha llenado con su presencia, nos ha animado con su tesón.
No soy muy de actos formales y de corbatas, pero me encanta sentir cómo la formalidad y la seriedad acogen con empaque la magnitud del premio que coordinamos. Es un orgullo para mí ser parte de este magnífico equipo que consigue, contra viento y marea, darle forma y seguir adelante. Creemos en la igualdad, creemos en la ciencia, creemos en las personas. Mujeres y hombres, caminando en el mismo plano, reconociéndonos y trabajando juntos, construyendo juntos. Más justo. Más grande. Mejor.
Gracias, querida Universidad de Deusto. Con altos y bajos, es un placer trabajar con y para una entidad donde el valor humano está por encima de lo económico. Aunque no siempre la coherencia sea fácil, y algunas veces me encuentre señalando su ausencia.
Gracias, Regina. Un placer conocerte y colaborar en que muchas niñas y jóvenes aprendan de tu ejemplo.
Gracias a nuestro Jurado. Cada palabra que os escucho tiene todo el significado.
Gracias, Cristina, Lorena, María, Estíbaliz. Cada día tiene sus problemas… mas con compañeras de camino como vosotras, es mucho más fácil encontrar los sentidos y renovar los compromisos y las energías.
Maravillos post, querido Andoni!
Me reconozco en tus palabras, me veo en ese grupo de 96 y aplaudo con todas mis energías a la ganadora.
Adelante!!!