Graduándose para la vida

10 de diciembre de 2021. Algo más de 21 años separan estas dos imágenes:

En el fluir natural de la vida, nada enorgullece más a un padre que conocer los logros de sus hijos.
Suerte adicional ser testigo de ellos.
Bendición adicional, y la más importante, observar su luz y belleza interior.

Envuelto en el paquete de regalo de disfrutar de una relación maravillosa de a cuatro. Con muchos aciertos y muchos errores. Con muchos «perdona» y muchos «te quiero». Cada pareja de relación con su construcción particular, dentro de una combinación alegre y amorosa de todas.

Josuan hablaba en su discurso de la humildad. Creamos hace un par de décadas una familia humilde, que ha atravesado desiertos y tempestades. A la vez, orgullosa. La grandeza está en la humildad. Y los hechos hablan por sí mismos.

Donde otros presuman, hagamos;
donde otros vociferen, susurremos;
donde otros enredan, ordenemos;
donde otros exigen, aceptemos;
donde otros guerrean, amemos.

Enhorabuena, Josuan. Nada has recibido que no merezcas. Tu capacidad de desearlo, lucharlo, aceptarlo, compartirlo y agradecerlo, te engrandece.

Cada minuto de la vida, es un regalo. Entre estas fotos, más de 11 millones de regalos. La vida desentrañará lo que nos quede. Por el camino, ha merecido tanto la pena y la alegría…

Los corazones que resuenan en frecuencias armónicas,
aun separados,
siempre caminarán juntos.

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