A Rosa (en la arena)

[A (mi) Diosa, la que inspira desde lo femenino la veneración de la belleza del amor, el amor de la belleza.]

Paseo por la arena. Estoy en una playa, perdida entre la arena.
Miro hacia el horizonte y no veo edificios. Tan solo el mar a mi derecha,
las dunas a mi izquierda, doradas mis pisadas marcando mi carrera.
No sé de dónde vengo, ni sé hacia dónde voy. Tan solo camino y el mar espera.
Pruebo a cerrar los ojos y siento la brisa. El sol me da en la cara, y no molesta.
El dulce calorcillo me acaricia la piel. Parece que estuviera perdida en primavera.
El mar me atrae, lo noto. Ya siento el frescor de la espuma saltando,
    gotitas saladas se encadenan.
Y apenas sin notarlo, mis pies están en agua. Noto firme el contacto,
    clavada ya en la tierra,
del mar que me envuelve, y las algas, y el agua me lleva con ella.

Y vuelvo a abrir los ojos, y me doy cuenta,
estoy sola en esta playa, estoy sola.
Y del mar sale una diosa, la diosa de los mares
y me brinda un regalo…
ver el mundo por sus ojos.
Y tras un suspiro, todo cambia
todo es color
y paz, y armonía

El mar es un aceite tibio que me envuelve dulcemente
El aire enreda mis cabellos como un tierno tocar
Me siento flotar en el agua, flotar en el aire
escucho el murmullo burbujeante de miles de años
y a la vez me siento fresca como si hubiera nacido ahora.
Todo empieza y todo acaba en mi
me miro, y soy bella…
no, soy belleza.
Soy calor, soy energía, soy música, soy baile.

Y desde mi conciencia de quien soy
percibo la alegría de mi corazón.
Soy mujer.
Me siento abierta.

Y pasan los minutos
y pasan las horas
El sentido del tiempo
se trastoca.

Ahora es antes,
antes es después,
todo es ahora
.

Desde ahí te llamo
y desde ahí llegas.
Desde ahí te noto.
El pasado segundo estaba sola,
y ahora, otros ojos me contemplan.
Y hablo:
– ¿Y en esta inmensidad,
quién eres, extraño que ahora llegas?
– Yo soy quien tú has llamado.
Quien viene a honrar tu corazón y tu belleza.
Quien viene a darte forma.
Quien viene a entregarse a ti. Rosa.

Y él ya no es un extraño,
y mis brazos entrego
y rindo mis defensas.

– Cántame una canción, si lo deseas
él me dice.
Y la canción más bella
de mi garganta brota.

Y el resto…
…es poesía.
Y el resto…
hmmmm…
sólo lo siento.
Hoy no puedo explicarlo con palabras.

Esta entrada fue publicada en Personal (Andoni). Guarda el enlace permanente.

0 respuestas a A Rosa (en la arena)

  1. Rosa-Alma dijo:

    Mil gracias. Que bonito lo dices, que bello lo describes. Creo que pasare mis dias disfrutando de las cosas lindas que descubro de ti.
    Gracias por ser tan buena gente, por estar ahi y por compartirlo con todos/as.

    • Andoni dijo:

      Bueno, para compartir este escrito en particular necesito también tu permiso… (te lo iba a pedir después, pero ¡la presidenta de mi club de fans lee tan rápido mi blog!) 🙂

      • Rosa-Alma dijo:

        Jeje, pues si, no te quita ojo. Ademas, hay que mimar las cosas bellas.
        Perfecto dia para deleitarnos con tu poesia.

        Mil y un gracias

        • Andoni dijo:

          Bonita palabra, deleite. ¿Cómo sería si nos invitáramos todos a jugar cada día a deleitarnos al menos diez minutos? Con el amanecer, con una ensalada, con una mirada, con una canción… ¡anda que no hay cosas para deleitarnos!

          Gracias por elegir hoy mi poesía para tu deleite… todo un piropo. Todo un placer.

Deja una respuesta