Y recordando el inicio, gracias por estar aquí, hoy, 44 años, 44 días y 44 horas (más o menos…) después de un 14 de diciembre de 1968 a las 11…
En toda ocasión en la vida en que dos o más nos juntamos hay un por qué, hay razones y hay motivos. A veces se saben y a veces no. A veces son apuestas y a veces cumplimientos, a veces queremos y a veces debemos. Yo sé por qué estoy aquí, y no sé por qué estáis cada uno de vosotros, ni quiero saberlo. Sólo os agradezco que «porque sí» o «¿por qué no?», que por deber o por obligación, conscientes o inconscientes, estéis o hayáis estado en mi vida.
A veces los momentos son insignificantes en una vida. In-significantes, sin significado. Pasan, desaparecen, quizás alguna foto o algún recuerdo, los más perecen en el olvido. Otros momentos son recuerdos, y otros memorias. Hoy elijo que para mí este momento no sea insignificante.
«Coat of many colors» de Dolly Parton habla del jersey de colores que una madre hace de retales para una hija. Esta canción me lleva años acompañando pero siempre me dice alguna cosa nueva. Me ha emocionado muchas veces, y ha sido un placer ver cómo alguna vez también ha emocionado a mis hijos. Los valores importantes de la vida están siempre a la vista en las cosas pequeñas.
Yo soy mi jersey de mil colores, hecho de retales y de mil caras. El que a algunos les gusta y muchos no entienden, del que muchos se ríen; y qué le voy a hacer. Es el jersey que tengo y con el que voy.
Letra completa: